Aunque deba llorar primero
Así, sin pensarlo, te lanzaste, te atreviste a conocer mí pequeño mundo de golpe, con tan solo tú confianza y tú corazón que laten a mil por hora por esas autopistas que siempre te llevaron hacía los encuentros, con la valentía de quién deja su egoismo a un lado para simplemente dar a cambio de …