Un cuerpo satisfecho, una mente en calma, un alma libre,

 

Con total libertad te saludo por haber llegado hasta este texto, que supongo ya no leerás entero. Tal vez solo te trajo la curiosidad, o el título, lo mismo da.

He aprendido a no obsesionarme con casi nada, de hecho permanezco en un estado de paz al cual he llegado a base de comida, bebida sexo y un buen dormir. Que lejos mi preocupación por ser valorado por mi arte, si bien tengo buenas ideas sin materializar. Me permito este descanso que tal vez lleve al vacío musica o a una futura obra que tengo en mente. ¿Y que más da?, me rio del ninguneo y aplaudo cada día en este estado libre.

Realmente no tengo nada que decir, podría inventar una historia y hacer que este texto fuera más emocionante, o tuviera un mayor valor literario pero, sinceramente, tan solo escribo por reflejar un estado en el que sobra toda palabra.

Siento hacerte perder el tiempo leyendo, tampoco pensé que harías click, pero aquí estamos, y que menos que dejarte algo de valor. Así que haya voy…

Cuando te des cuenta de que las redes sociales no sirven para crecer en un proyecto y, que a su vez, a la mayoría o le da exactamente igual o… no tiene el tiempo suficiente para prestar atención, cuando sientas que todo lo que has conseguido crear ha sido a base de sentir y que pareces haberte quedado seco, recuerda una cosa… siempre llegó algo nuevo en el camino que hizo que tuvieras la necesidad de crear, y eso llega sin métodos ni excesivas estrategias, por eso cada ilusión nace según uno cree que puede alcanzar una meta invisible que jamás llega, la zanahoria, y a su vez llegaste hace ya tiempo. Por eso nadie lo tiene todo, y yo hace tiempo que elegí la calma que me aporta la libertad, solo necesitaba tiempo, y eso es lo que he recibido. No me vuelvo loco por sentirme incomprendido, ni por avaricia he robado nunca, cometí errores, supongo que alguno más caerá, pero creo que finalmente he entendido cual es el sentido, que es lo que mi mente y mi corazón buscaban, el resto se llegará solo.

En el camino me paré a ver los días sencillos, y,  soy afortunado habiendo perdido y evolucionado. Ya nada puede romper mi equilibrio, ya nada quiero de tí, lo mismo puedes leerme y pensar cualquier cosa, total, jamás recibí grandes alagos. Honestamente, me la sopla soberanamente cuantos oyentes reales tenga, se que sois pocos, y es más la simple curiosidad por mi vida que el gusto. Te puedo decir que soy quién siempre fui, sin mucho pedir, con pocos amigos diarios y con la mirada limpia tras luchar sin encontrarte, mi alma se deshace libre  entre su bien y su fuerza. Soy bienvenidos al placido y constante silencio, es aquí donde encuentro todo.

Lo sé, se que no es gran cosa, depende de como se mire, tampoco buscaba ya encontrar emoción, ni belleza, ni mucho menos tormento, la paciencia estable y el puro silencio tras amar. Por mí puedo descansar. Que lejos queda la ambición, que pudiera ser necesaria para el exito, aunque esta libertad bien vale la vida. Y vivo.

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