Como un faro ante la mar salvaje, que con el oleaje soporta las embestidas de notas que recorren mi mente después de haber sentido. Y al plasmarlas me devuelven la vida. Y la luz nunca se apaga para cuando alguien quiera mirarlas, o mas bien escucharlas dentro. Como un faro que ilumina las noches despiertas. Y uno se sienta a sentir en ése mar que azota las entrañas de tu ser consciente. Y no quedan lamentos, ni tormentos, ni tormentas que puedan evitar la creación de sonidos llenos de el amor por la belleza interior. Prometo menos palabras y más sonidos, aunque en éste caso las letras inundaran los espacios sonoros de mi cuerpo con el único fin de expresar. Y otra ola nos recordara que seguimos en pie solamente para dar luz a quien sepa y quiera apreciar.
P.D.
Vamos que me voy a poner a intentar unir en un mismo mundo mis palabras y mis sonidos para quien con ello pase unos minutos de su vida.