VELOZ Y SEDENTARIO

Es agradable vivir momentos en los que un desconocido te para y te dice que le gusta tú música, y más si es alguien más joven que tu, aunque la edad es lo de menos. Curiosamente, quién no me conoce, me muestra más su corazón y se esfuerza en comprender más que quien está cansado de conocerme. Y no culpo a nadie, ya que yo solito me hago los trayectos que me guían a nuevos encuentros. Solo que esta vez no quiero encontrar a nadie. Confié tanto en alguna persona que creí imposible que nuestro hábito de vernos pudiera ser destruido por nada en la vida. Resulto que me equivoque una vez más. Y otra vez me encuentro en un recomienzo a partes iguales  justo e injusto que voy a resolver con simplemente serenar mi mente y abrir alguna puerta. Nadie excepto una sola persona es la que me abandona en todas las etapas de mi vida, excepto la etapa en la que fui juzgado y fueron unos cuantos los que decidieron seguir caminos diferentes al mio. Cosa que era absolutamente evidente ya. Volví a amar y volví a fallar por el simple hecho de otorgar libertades a quien compartía los momentos conmigo. Me dejó tirado de la forma más ruín y sin explicaciones, y seguimos nuestros caminos totalmente opuestos. Aún así nada de odios ni reproches.

Con el tiempo, y sin querer, volví a amar, y ésta vez quise hacerlo mejor, no quise joderle la vida a quien no se lo merecía. Y una vez más volvi a perder. Esta vez, y no como en ocasiones anteriores, por no arriesgar y dudar. Total que resulto que todo se jodió igualmente y, al final, visto lo visto y acontecido lo acontecido, solo quedo un perdedor. Ese punto bohemio y a la vez de mártir que me persigue. Aun así otra vez sin odios ni reproches, aunque si con una tremenda pena por no haber sabido ser lo que era necesario que fuera a la vez que por los desprecios recibidos. Y en todas las ocasiones estuvo la sombra del primer amor. Ese amor de juventud que solamente su recuerdo hacía que pareciera que no amara a la actual, cosa que no era cierta, ya que he aprendido que hay edades y formas de amar para cada etapa. Por alguna extraña razón,  segun voy madurando, causo un efecto amor juvenil en quien me prueba y pruebo.

Lo cojonudo es que todavía hoy me pregunto si habre amado alguna vez, sabiendo rotundamente en lo más profundo que nunca deje de hacerlo.

Así que mi soledad es una especie de pago que tengo que pasar cada X tiempo por la recompensa que supone poder crear mi música. Con algunos creadores se que no sucede así, y compaginan vidas compartidas con su obra, pero en mí es una condición, o podríamos entre comillar la palabra «Maldición». Sea como sea nadie se quedo conmigo. Puede que porque siempre he vivido un presente veloz a la vez que sedentario.

Para mañana espero no caer en la misma piedra y reaccionar solamente en mi favor. RESULTA QUE TODAS DICEN QUE SOY UNA GRAN PERSONA Y, QUE NO TIENEN NADA QUE REPROCHARME. MIENTO, HAY UNA QUE SI. SALVO ESA EXCEPCIÓN, LAS DEMAS HAN RECONOCIDO MI NOBLEZA Y GRANDEZA COMO SER. EL CASO ES QUE LA REALIDAD ES QUE TODAS HAN ESCOGIDO A ALGUIEN MÁS COMÚN, CON MENOS BRILLO Y, CLARAMENTE MAS FACIL DE LLEVAR QUE YO PARA UNA VIDA.

Asumo mi fria torpeza y a la vez me doy consuelo por mi corazón que no ha dejado de latir.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *