De pronto un silencio inmenso, la noche eterna en la que ya no se llena el vacío, y se siente uno nada ni nadie…
El equilibrio perdido con ese dolor punzante que no te abandona.
Será simplemente la falta de sueño o es que ya no regresa la alegría de ser libre
Me descuidé por un momento y es como si todo hubiera perdido su fuerza, su razón de ser, su motivo…
Estoy cayendo de nuevo, lo se porque no regreso a la certeza de la batalla.
Fragilidad en la ausencia de ganas.
La última ventana, el último escalón, la mirada apagada, el placer perdido.
A tan solo 4 horas del despertar.
Tengo que volver al impulso, al sabor de las sabanas gozosas que descubren días plenos.
Seré hoy y seré siempre, entre la vida y la muerte, entre la rueda que gira y el asombro de la insesatez acumulada .
Regreso a la nada, regreso al abismo, regreso a la retirada en instinto puro y suerte.
Abrazame esta hiriente velada en la que ni aire respiro.
Ya ladrán, ya vuelven,
No se vivir sin crear ni se crear sin motivo, con lanzas huyendo en el desierto de un corazón a toda velocidad.
Cortar los hilos y desaparecer.
Ahogarse en la intensidad del pensamiento y dejar la esperanza para otros ilusos que vengan después.
Será siembra y poder alcanzar la fe que hoy me falta.
Regreso al presente más inmediato, pues ni las flores saben si hoy son bellas.
Cortar la raíz, quemar este viento, quebrar en silencio.
Dejar el polvo y soñar mareas.
Tercas y cuidadas sombras de luz opaca.
Y la puerta se abre antes del amanecer.
Ya regresa la idea de persistir y sostenerse, como cuando sin saber vuelas.
Como cuando volé contigo.
Infinito…