Hace unos minutos reflexionando he llegado a la conclusión del título de este texto. Parece una tontería y a la vez complejo pero en realidad es muy sencillo, igual que mí música. Y es que normalmente una persona «normal» lleva siempre el corazón dentro y son contadas las ocasiones en las que lo saca fuera de sí, y eso es precisamente lo que hace y a la vez necesita un artista para lograr bien sea crear o interpretar una obra. Hay una frase de Mikel Izal que describe a la perfección algo que yo en realidad descubrí hace mucho tiempo, la frase es… «Oídos sordos corazón de metal en mí cabeza la canción perfecta», frase que describe a la perfección sobre todo el momento del acto creativo.
Me dí cuenta de que para sacar mi corazón en mís obras debía precisamente perderlo, es decir, para sacar el corazón fuera debía sacarlo de dentro afuera, que por contra y por lógica si está fuera no está dentro. Entonces entré en una guerra conmigo mismo por el hecho de no querer aceptar que para ser creativo debía perder el corazón, y de ese modo vinieran a mi mente todo tipo de ideas y melodías geniales. Eso mismo es lo que describe Izal años depués, «Oídos sordos corazón de metal en mi cabeza la canción perfecta», está clarisimo. Ese acto lo he vivido tropecientas veces, solo que al ser consciente… me revelé, y en consecuencia dejé de crear una temporada.
Sabiendo ésto puedo decir que en realidad mí obra está repleta de un corazón el cual saco afuera cada vez que creo o incluso interpreto, y al contrario de lo que normalmente dice la gente, realmente el público tiene un monento de contradicción cuando se encuentra con el «verdadero arte», el cual no saben exáctamente por qué. Es muy sencillo, les encanta cuando un artista se saca el corazón de dentro y lo muestra, pero a su vez no les gusta que ese corazón sangre.
Me explico:
Al público le fascina ver o escuchar o sentir a un artista o grupo o cineasta o actor, bailarin, pintor y sus similares en femenino cuando éste saca su corazón y lo muestra sin tapujos, pero sí ese corazón, el cual ya no está ya dentro del artista, llega a sangrar, entonces les produce el efecto contrario, lo repelen, y es sencillamente por la propia hipocresía del público, o el ser humano en general, pues quieren ver tu corazón sin que llegues a sangrar, o en el caso de que sangres ya quieren tu muerte, vease el circo romano o mismamente el caso del afamado Jesús, al cual lo crucificaron, pués como dicen en no me acuerdo que peli, haz a Dios sangrar y la gente dejará de creer en él.
Ahí están encerradas muchas cuestiones humanas, por ejemplo, se sabe que hay culturas en las que a la mujer, por el hecho de tener la regla, es decir, sangrar, es maltratada y humillada. Está en la misma Biblia cuando dice que Eva sucumbió a la tentación y pecó y por ello uno fue castigado a ganarse la vida con el sudor de su frente y la otra fue castigada a parir con dolor y sangrar mensualmente, cuando ya hemos traspasado gracias a las diversas revoluciones eso de que la mujer lleva falda y el hombre pantalón.
Es la patraña de mierda que se inventaron algunos, (hombres todos), para llevar una vida en la que ellos y los que son como ellos vivieran de puta madre y tuvieran al pueblo acojonado, y a su vez convirtiendolo en complice. Eso no ha cambiado mucho, no hay nada mas que observar la realidad de hoy día.
Por lo tanto se puede decir que un artista se autocrucifica cada vez que crea o muestra su obra, y es del agrado del pueblo y sus gobernantes mientras este tenga controlado mentalmente su corazón fuera de si mismo pero… sin que éste llegue a sangrar, ya que entonces, y como está intrínsecamente metido en nuestras culturas, si sangra resulta desagradable, cuando lo puramente lógico y es precisamente su cometido es que un corazon bombée sangre, no solo a la polla como piensan algunos, sino que a todas las partes del cuerpo y por supuesto también al cerebro.
Por eso sé a ciencia cierta que, en mi caso, mi obra es rechazada precisamente por sangrar, como la mujer en la historia, aunque sé que llegará un monento, espero, sospecho, intuyo, en el que ya no sea mas valorado que un artista tenga su corazón fuera de sí controlado sin sangrar, sino que el festín de ese corazón bombeando sangre, sangre que hace llorar, sea valorado como la máxima expresión artistica. Hasta entonces tan solo me queda mover un par de fichas y esperar, esperar sin desesperar, y como mí caso el de tantos y tantas.
El ser humano lleva por bandera los sentimientos pero… la realidad es que cada vez se aleja más de ellos, así nos encontramos con que hay personas, en todas las artes, que crean obras más humanas valiendose de máquinas, y otras en cambio crean máquinas valiendose de humanos, me refiero a que convierten al ser humano en una máquina, y lo peor de todo es que la culpa no la tiene ese empresario o jefe, o ese emprendedor, o ese creador o ese político ladrón el cual convierte al humano en máquina, que va, la culpa es toda del pueblo, o mismamente del público, el cual consume corazones que no sangran y mentes que piensan lo justo, cuando lo suyo sería alimentarse de mentes que reflexionan y corazones que sangran como bestias. E ahí una de las razones por la cual tú mismo que me estás leyendo me rechazas, lo sabes de sobra, al igual que a otros y otras como yo. Vuelvo a lo mismo, parece complejo pero es muy sencillo.
ESTE ES EL TIPO DE CORAZÓN QUE CONSUMIS
Ahora sencillamente regreso mi corazón adentro y dejo de crear este texto. Que os sea leve.
P.D.
Un poquito de promo: