A ti te maldigo

Tú, que cada día me desprecias con tu arrogante indiferencia, a tí que ni las lágrimas te convencen, ni lo más sagrado te conmueve, ése que tanto ignora al igual que presupone, a tí te dedico estas letras con la simple intención de hacerte saber que para nada me acojonas, mucho menos me hundes, pues hundido permanecí mucho tiempo, y es de oro el que se pierde. También perdido anduve tras tus migas, intentando con empeño recoger la pasión y la compasión que creí más fuerte que la mierda que abunda en un planeta que ignora, pero no te vayas a preocupar ahora, si se algo es que estás ahí, vigilante, atento, que para nada me he creído tan loco como para imaginarte, y te aseguro que llegará el día, el día en el que coja tu estúpida mirada y con mis propias manos te la devuelva llena del más profundo odio que siento hacia tí, ya que el amor no ha sido suficiente para que ceses. Por eso, y porque estoy seguro de lo que se, tan solo esperaré mi momento, ése, será tan grandioso que sabiendo de tu arrogante soberbia pensarás que es obra tuya, pero te estarás equivocando, pues nada en mi hay que sea parte de ti, tan solo el vacío inerte de mis huesos al romperse, el resto es todo mío, mío y del misterio que jamás aparece cuando se le observa, como esas moléculas en la física cuática que crean formas bellas tras ser disparadas hacia una pared, o lienzo, pero que si se les pone una camara delante se vuelven simples, y apenas crean belleza alguna. Por eso es que no creo en Dios, pues si me mirase desde arriba, como lo haces tu, nada habría creado, pero cuidado, no creo en él por ser parte de la humana e interesada respuesta a lo que por contra si he sentido muchas veces, que es tan sutil como sencillo, que se esconde en los silencios que se llenan con un corazón conectado a la mente, en eso si creo, como creo que ahora mismo me estás leyendo, y aún leyendome jamás darás señal alguna para que por mi parte no reciba ni un solo suspiro de aliento, ¿sabes que te digo?, ¡Fuck You!, ¡que te jodan!, y así te doy motivos por los que seguir ignorandome, pero tranquilo, tu día llegará, aunque con mi muerte lo pague. Así sea, es más así debe ser, y si no, tampoco importa, pues nada quiero de tí, ni de los que son como tu.

Aire…

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