Y fue de ese modo que desperté convertido en un ser que no se reconocía a si mismo, lleno de dudas e inseguridades, y de voces que me recriminaban cada hecho e incluso cada palabra que salía de mi boca, incluso mi dialogo interior se había convertido en multitud. Fue una sensación horrorosa, para nada me sentí liberado en aquella metamorfosis kafkiana la cual me llevo hasta el fango más profundo de mi ser, y a su vez el exterior se había convertido en algo absurdo a la vez que cruel. De ese modo adquirí una consciencia en la que por mi parte tenía muchas cosas que corregir, debía perfeccionarme en mi imperfección. Me llevo años corregirme, rozando el otro lado de la orilla de la mente en un estado de locura que tan solo yo podía ver, y esto sin drogas ni aditivos. Pasé noches en vela llorando y preguntandone el por qué de mi imperfección, aunque en lo más profundo de mi locura siempre encontraba la puerta que me traía de vuelta a la cordura, a ese nosotros que tanto daño me hacía. Paso el tiempo y fui desprendiendome de lo aprendido, desaprendiendo, y modifiqué mis conductas incluso modifiqué parte de mi arte. Tenía la sospecha de que un día pasaría por la puerta de mi consciente locura y ya jamás volvería al mundo que conocemos como real, pero me equivoqué. Subestime al amor, al amor consciente. De igual manera que en parte enloquecí por amor, entendí que algún día sería el amor el que me trajera de vuelta a i ser, pero ya perfeccionado en mi inperfección, y aunque todavía en ocasiones traspaso esa puerta hacia la locura, la experiencia en ese magma inestable me ha concedido la sabiduría para regresar con un único fin, el de amar sin buscar respuestas, mucho menos recompensas, tan solo sentí que se me había dado la oportunidad de atravesar ciertos infiernos para de cuando en cuando no asistarme al tocar el cielo, pues este no está falto de dolor, y es en ese instante que regresé a mi estado anterior a la metamorfosis de aquèl año en aquella noche, regresé siendo aquél que fui, solo que habiendome perfeccionado en mi sentir y en mis emociones, en la parte más tierna de mi ser. De ese modo comprendí que en cada acto y cada palabra, a pesar de que algunas no fueran ciertas, y a pesar de ser consciente de que no todo el mundo mira la vida desde su consciencia plena, a pesar de el sufrimiento que me provocaba la incomprensión, logré volver a mi mejor versión, sabiendo que es el caracter y como dice muy bien mi querido Rafael Berrio el temperamento el que forja el destino. Por ello sencillamente solo tenía que esperar pacientemente# no sin convulsiones esporadicas fruto de mis anhelos y deseos que rara vez quieren lo que me conviene, así, en esa impefrcción mejorada encontré a un personaje el cual está totalmente alejado de mi verdadero arte, y el cual supone una manera de crear de una forma más sencilla y libre, sin ser la mejor de mis expresiones, y tampoco el reemplazo a mi caminar, pero si un personaje que atiende ciertas necesidades más, digamos… humanas, o comunes, y de ese modo poder crear son demasido esfuerzo un mundo que refleja espontaneidad y frescura, y a la vez oscuros momentos como los que pasé en aquellas noches frías. Por es hot os presento al insecto DESCOMUNAL en el que al igual que kafka me convertí, y a traves del amor logré pagar mis «deudas» pa finalmente ser sencillamente YO, liberado de las trampas de un mundo a contra lejoj y con la posibilidad de vivir pleno.
Arbusto Crower – DESCOMUNAL
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