NUEVOS FORMATOS PARA NUEVOS TIEMPOS NUEVOS

Bueno, se sabe el estado en el que está la música, y en general la cultura y el arte desde hace mucho tiempo, y ahora con esto de la pandemia la cosa se ha puesto muy muy delicada. Ya quedó atrás esa idea romántica de comprar formatos físicos y de poder vivir vendiendo plasticos sonoros, quedaron atrás nuevos formatos que jamás triunfaron, como por ejemplo el laser disc, ¿y ahora?, ahora ya está en peligro eso a lo que tantos y tantos han denominado como el verdadero arte de la música, la conexión con el público, la demostración real de lo creado, la humanización de la obra, que de paso hay que decir que son dos mundos completamente distintos y compatibles, el de la música grabada y el directo, pero bueno, se construyó en base a que un artista o grupo de verdad debía hacer conciertos, y la música grabada pasaba a ser un mero «Souvenir» el cual regalar al regreso de algún viaje, como ya insinué en el álbum así mismo llamado del año 2009, si bien es cierto que el verdadero viaje se esconde dentro de esas obras que uno escucha en la intimidad de su habitación y, luego, si uno puede permitirselo, acudir a ese momento mágico en el que los artistas se suben a un escenario, aunque ya venían siendo bastante caros cada acontecimiento en un intento de recuperar lo perdido con las ya no ventas de discos. Y bueno, ha algunos no les iba nada mal, los de siempre, de repente ¡boooom!, se hizo la pandemia, de golpe todo ese mercado en el que se sostenía la industria y los artistas que se atrevían y a la vez podían desparece, y nos vienen con que la cultura no es segura, que cierto es que aún estando ahí el dichoso bicho sin duda algo hay escondido en todo esto. Una vez más todo aquello que favorece al progreso y lo que realmente transforma a las personas queda en un último plano en la escala de valores, porque no olvidemos que como dice la frase…  «son las personas las que cambian el mundo y es el arte el que transforma a las personas», por lo tanto facil es adivinar la importancia del mismo.

Bien, situación, discos, no se venden, aquél que pretenda vivir vendiendo plástico sonoro es un iluso de mucho cuidado, por otro lado está la música en streaming, habiendo pasado antes por la era de las tropecientas Apps que te descargan cualquier canción en el peor de los formatos y, por ello, en la peor de las calidades, pero nos da igual, a la calidad que le den por culo, lo importante es que uno tenga todas las canciones de sus artistas favoritos gratis, cosa que se ha ido solventando y regulando con nuevas leyes de derechos de autor en la red y con una persecución a base de argoritmos que reconocen las canciones. De ese modo el artista puede reclamar, o directamente ya reclama el argoritmo de la distribuidora digital de turno que conversa con el argoritmo de la App de turno y juntos generan una demanda a quién esté utilizando música que no sea suya o que no tenga derecho a distribuirla o venderla. Ok, ya tenemos a las máquias hablando entre sí y poniendo demandas a diestro y siniestro. Todo eso evoluciona hacia, como ya decía, el streaming, plataformas como Spotify, iTunes, Amazon Music, La pionera Napster o la desaparecida Google Play, o mismamente el todo poderoso Youtube, o Gooogle, que es lo mismo, suplen a los arcaicos formatos físicos. Aún así todavía sucede que la calidad de reproducción deja bastante que desear, si bien para muchos es imperceptible un Mp3 a 128kbps de un WAV o AIFF a 24 o incluso 32 bits. Pero vale, se puede decir que las plataformas más populares te dan una calidad media aceptable, entre un Mp3 a 320 Kbps y un Wav a 16 Bits, siendo esta última la calidad de un CD.

De pronto pegamos un salto enorme y se crean plataformas como TIDAL o QOBUZ, entre otras, que si bien esta última tiene un catálogo reducido, sin duda TIDAL llega mucho mas allá, y ambas nos dan calidades superiores a las de un CD (WAV 16 BITS) y nos ofrecen hasta la calidad del mismisImo MASTER que crearon cada artista y sus respectivos equipos de producción, es decir, con un buen equipo, ya sea en auriculares o bafles, puedes llegar a escuchar la música a 24 BITS y 96Khz, si bien se puede grabar en 32 Bits. ¡ALUCINANTE!, yo mismo soy usuario de Tidal y realmente da gusto escuchar música en tan alta calidad. ¡Wow!, superado el asunto de el puto formato Mp3 y su asquerosa calidad.
Hay un problema todavía, éstas plataformas ofrecen al artista la posibilidad de sonar para sus fans en alta calidad, pero todavia hoy dia se les paga una autentica miseria por la escucha de obras que les ha llevado años crear, o toda una vida. Bueno, vayamos poco a poco.

¿Y que pasa con el directo?, te lo digo, cada vez son menos los que hacen grandes espectaculos, pero estos los hacen bestialmente bestiales, con unos montajes acojonantes y una puesta en escena de flipar. Claro, no hablamos del pequeño artista o grupo, ese al que le van a ver los amigos y alguno que tenga la noche torcida y le apetezca un poco de música y alcohol, algunos de esos grupos o artistas son el futuro, pero la mayoria, como yo mismo seguramente, quedarenos en la inmensidad de un arte que siempre tuvo que elegir entre tocar pa los ricos o morirse de hambre, hoy en día hacer lo que busca la mayoría o pudrirte, aunque. . claro que hay arte en lo que la mayoria busca, solo que tal vez no del que traiga el cambio o la transfornación de las personas y con ellas del mundo, o sí, quièn sabe.

A estás alturas del texto ya poco importa qué sea arte y qué producto, si bien es todo un producto desde el momento que te da de comer, aunque lleve autentica pasión y alma.

En mí caso tengo la libertad de hacer lo que me plazca, me refiero en cuanto a la creación, siempre dentro de mis limitaciones pero también en constante búsqueda, de hecho, ya ves, he grabado 2 álbumes de forma improvisada, y uno de ellos con un móvil, después de la chapa que os he metido con lo de las calidades, jajaja. Pedradas inspiradas que no tienen ni por qué tener sentido ni tampoco por qué gustar, aunque me parezca una extraña pero verdadera evolución, quién sabe, y viene un tercero improvisado de camino, los hay que no aprendemos de nuestros aciertos y nos empeñamos en el error, ¿o?, bueno, eso ya se verá.

Con todo esto os quería presentar un nuevisimo formato que lo está petando, se trata de una especie de criptomoneda pero que en realidad en lugar de dinero puede ser arte, o cualquier cosa, como una caja llena de lo que uno quiera meter a la cual se le pone un precio y se convierte en un producto único. Una nueva forma de vender música, o lo que sea, que en él se aúnan tanto la música grabada como la música en directo, ya que en esa caja virtual van ambas cosas, música y entradas, junto al merchandaising y todo lo que un artista o grupo pueda ofrecer, es de locos, pero puede que estemos ante otro salto en la industria y en la manera de consumir cultura. De verdad, ya no se que más va a tener que hacer y ofrecer un artista hoy en día, música, espectaculo, merchandaising, box de oro y platino, pase vip, placas firmadas, globitos de fiesta, hacer marketing y publicidad, crear videocharlas de lo videoclips, crear videoclips, directos en streaming, solo falta hacer lo que en su día me hubiera gustado a mi cuando me emparanoie extremadamente con el sonido, porque ya sabéis que la música suena distinta en cada bafle, cada lugar, cada persona, y era ir equalizando casa por casa los equipos de quién comprara alguno de mis álbumes, en su dia los del grupo. No pretendía llevar a cabo semejante tarea pero ganas me daban. Es lo único que nos queda a los artistas por hacer.

¡Venga!, ya se me ha ido la olla bastante, aquí os dejo un artículo de este nuevo formato el cual ya recauda cifras millonarias. Será igual que lo que le pasó al Laser Disc o…. el futuro.

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https://industriamusical.es/el-formato-nft-llega-a-la-industria-de-la-musica/

Por Sergio Zurutuza

https://youtube.com/c/SergioZurutuzaMusic

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