Soy porque he luchado…

Infinitas las horas que pasé en el temblor de las cloacas mentales, de cuando imaginaba sus voces que crueles reían a cada movimiento y cada palabra, la presión era brutalmente dura y los pensamientos como relampagos surgían en mí interior. Salir a la calle se convertìa en todo un elenco de señales claras que tenían que ver con lo que me sucedía en la falsa intimidad y, provenían de todo tipo de seres que me encontraba en los bares. El sufrimiento que me provocaba dicha situación lo combatía con un tremebundo humor negro que hacía que por lo menos pareciera que a ratos lo pasaba bien. Y es que cierto es que aproveché muchas veces aquél mal estar para reconvertirlo en fiesta y jolgorio, en horas escapando de una realidad que realmente en mí solitaria habitación me abrumaba.

Ni se las veces que perdí los nervios y acabe hablando solo en la noche, aullando a mí destino cruel que parecía iba a ser para siempre, y sin duda hubiera seguido hasta el final tras las pistas que la vida me daba. Porque una cosa es cierta, y es que si bien muchas de las cosas que percibia eran fruto de una enfermedad, a la vez a veces eran señales muy claras y muy concretas las que se me presentaban delante, de cosas que solo yo podía saber y que en cambio se manifestaban en el mundo de una forma burlesca y cuanto menos casual.

Fue una larga batalla que me mantuvo en tensión y que me alejó de mucha gente, dada mí creecia sobre lo que sucedía. Horas y horas de lucha interna y externa combatiendo aquél mal con la simple palabra y el humor, porque jamás sobrepase la linea que separa el creer que estás siendo atacado y permanecer con la duda sobre uno mismo y en consecuencia no atacar a ningún ser vivo, del estar convencido de que te están agrediendo y manipulando y pasar a la acción en guerra directa.

Fueron largas temporadas las que conviví con aquella inquietud las 24 horas del día, de noches y días sin dormir para finalmente con el cerebro frito caer rendido en la cama, y eso cuando por suerte estaba de baja y no tenía que responder a unas obligaciones y mantener una relación digamos normal con el mundo, ya que en ese estado era imposible mantener una conversación coherente con alguien, y mucho menos desempeñar funciones laborales.

De ese modo pase temporadas eternas en diferentes años, el dolor que llevaba dentro me producía alucinaciones auditivas y mí mente no dejana de relacionarlo todo en una especie de complot deshumanizado que hacìa que sintiera que no tenía ni un mínimo de intimidad. La vida era dura a cada monento, y ni los farmacos ni las drogas placaban los efectos de mí malestar.

Lo intenté de mil maneras, pero mí cerebro siempre me ganaba la batalla y dejaba en ridículo mí propio ser, que en esa época pensaba estaba siendo vigilado por un ente común que me era desconocido. Así pasé meses, incluso años, con esa inquietud interna cada cierto tiempo, que había sido producida por la exposición a tanta gente en aquellos conciertos y, también por el sobre esfuerzo realizado durante aquellos años, y verdad es que a veces, solo a veces, durante unos dias o semanas, la sensación se iba, y podia reunir fuerzas para la siguiente embestida, ya que sabía que de un momento a otro el malestar y la paranoia volverian a por mí. Y juro que era real que pensara que iba a pasar el resto de mis días en esa lucha, en esa guerra que me arrebató casi todo, ya que tampoco podia apenas crear, si bién saqué unas cuantas obras de aquella locura.

En realidad está todo escrito en este blog, entre poemas, música y reflexiones se esconden mas de un relato en el que describo aquella tormenta que no parecía cesar nunca. Y de pronto, tras un cambio de hábitos y a la vez un cambio de medicación, tan importantes lo uno como lo otro, tras alejarme del mundo y vivir en la más absoluta soledad, lejos del bullicio de los bares y también lejos de la maldad y la falsedad humana, un buen día todo terminó, recuperé la calma y con ella mí intimidad que creía ultrajada, volví a la creación tranquila y a la soledad gozosa que me proporcioma la noche, terminé con mìs angustias y mis delirios, que aunque siempre pueden volver, estoy completamente seguro de que ya no volveran como antes, ya que he aprendido mucho de mi mismo en aquella furia y aquellos golpes mentales que me atormentaban, salí reforzado del envite y, se puede decir que hoy en dia es muy dificil hacerme el daño que entonces me provocaba ciertas conductas humanas y ciertas sensaciones pseudo divinas producidas por el estrés.

Hoy, tiempo después, y tras retirarme en soledad como un animal herído, puedo decir que soy libre, y que ya nunca jamás volveran a atormentarme pensamientos inoportunos, jamás me expondre tanto a la mirada del mundo si no es para mostrar mí arte, que éste también ha salido reforzado, no en vano voy a por el tercer álbum en 4 años y el quinto en 7. Se puede decir que estoy en un momemto creativo magnifico, pués es cuando mi memte se relaja cuando logro visualizar la música, esa que me salvó tantas y tantas veces, aunque me alejara de ciertos getos.

Sin duda ha sido mí arte quien ha permanecido a mí lado en todo momento e incluso a florecido en alguna de aquellas batallas en forma de poema desgarrador que luego he musicado. El arte me salvó la conciencia y me matuvo consciente en todo momento, a ella le debo mí actual paz interior, mí actual bienestar, y es con ella con la que camino hacia un horizonte mucho más lúcido y a la vez esperanzador.

Ya vendran los días en los que ya uno viejo se de el capricho de proclamar a los cuatro vientos que efectivamente nadie vino a rescatarme en tiempos raros, ya vendrá la oportunidad de ser reconocido como alguien que vivió pot u para su obra, y que además ignoraron como lo hicieran en otros tiempos con otros artistas, se dará el caso de que alguien influyente se fije en mi obra y reconozcan su grandeza. Hasta entonces me toca seguir creando para quienes hoy en día se alegran de ello, y puedo asegurar que vendrán más obras con tanta o mas calidad y emoción.

Sin duda soy un tipo con suerte, pese a no ganar dinero con mi arte, afortunado por poder seguir creando con la mente despejada, ya que como he dicho, pense haber perdido el sentido y la cordura para siempre, y eso suponia el fin de la creatividad, o por lo menos el fin de la tranquilidad, de la luz, de la paz, del sentirme vivo en vez de muerto.

Ahora, hoy, soy un hombre recuperado y un artista inspirado, alguien que logró vencerse a si mismo y a sus miedos, alguién que luchò por mantenerse en equilibrio a pesar de los desequilibrios que constantemente me acechaban a la vuelta de cualquier esquina. Mí destino parecía estár escrito y en cambio ahora soy yo mismo el que lo genera, soy yo el que decide, para bien o para mal.

Ahora puedo mirar a los ojos de la gente y gritar que siempre di la cara. A pesar de lo que alguno pueda pensar, ¿pensar? , tantas veces caì y me levanté, a diario, día tras día cada vez que volvía a despertar. Hoy la lucha mereció la pena, ya no persigo manías ni hago caso de los necios que solo saben contar miserias. En mí soledad ya no caben ese tipo de noticias.

Hoy…

Soy porque he luchado….

Somos lo que luchamos.

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