MORIR UN POCO

Nos quedan tan solo unas cuantas miserias en los bolsillos, de familias que esconden esa nada que nunca se dice. Y pasaron los años tras la ventana, días y noches de terca soledad, como cuando uno ya se viste solo, tras esos calcetines viejos que nunca se fueron. Por eso nada nuevo acontece, ya que …