EL AYER DEL MAÑANA

Así, reflexionando sobre mi obra, me doy cuenta de que la mayoría de las veces, como en otras cuestiones, he llegado siempre tarde. Y a su vez tengo un punto futuro visionario que casi nadie ve. Y es en las mareas de la involución que a menudo suceden. Por lo tanto creo que musicalmente soy una INVOLUCIÓN FUTURA.

Por ejemplo, cuando llegué al instituto, en el cual hasta que yo llegara se podían hacer todas las piras que quisieras, es decir, si querías no ibas a clase, pues pasó que a partir de ese año que yo llegué solo se podían hacer 5 piras, es decir, no asistir a clase 5 veces. Por lo tanto llegue a lo bueno tarde.

Por otro lado, ya entrando en lo musical, en los 70, triunfaba aquél rock progresivo de antes de yo nacer, y se ponía asombrosamente en el número uno un digno Tubular Bells y diversos artistas con obras de larga duración, pero claro, yo ahí todavía ni había nacido, bueno, nací en el 76, pero podríamos decir que empecé a escuchar música en los 80, aunque recuerdo la cancioita de cuna que me ponía mi Ama que consistía en un objeto naranja con un mecanismo del cual colgaba un cordel con una anilla, y tirabas de la anilla y sonaba un lindo piticlinnnnn piticliiinnn piticlin clin clin clin clinnnnn. Vale lo habéis pillado. Pues se da el caso que a finales de los 90 a mí me da por hacer temas de larga duración, en parte por haber mamado todo el legado que había quedado de la historia de la música, por lo tanto algo comprensible, pero para triunfar y llegar al público ya llegaba ¡TARDE!. Luego me di cuenta del error y empece a crear música instrumental, pero con los temas con cortes, para que la peña los pudiera digerir mejor, ya que el mundo por aquél entonces ya se había acostumbrado a consumir canciones de corta duración, pero el error estaba en que tenían que ser de corta duración pero CON LETRAS. Por lo tanto nuevamente TARDE.

Más adelante me dio por unir la música instrumental con la poesía, es decir añadirle letra a mí música, cosa que gente como «Extrechinato y Tú» ya había hecho, por lo tanto ¡TARDE!. Más tarde, valga la redundancia, después de algunas volteretas, me dio por hacerlo todo improvisado, y a su vez tipo extraño cantautor. Y aquí no hace falta que os diga que la época del Jazz improvisado y aparte la de los cantautores había pasada hace mucho muchísimo tiempo. Por lo tanto ¡TARDE otra vez!.


Y a a partir de 2021 me dio el cortocircuito y me puse tope modernete, y empecé con «Arbusto Crower» y los temas urbanos con mucha letra y sonidos actuales, muchas de ellas buenas y elaboradas, pero pasa que como dice «Residente:, ahora ya las letras no importan, por lo tanto megaguenlaputa nuevamente ¡TARDE!.

Es por ello que podréis entender que me autodenomine como una INVOLUCIÓN FUTURA, que a la vez os digo que hay música (mucha) que es atemporal, pero como no quiero tirarme el moco y echarme flores y lo de hoy va de reírme un poco de mi mismo (que siempre es sano) pues olvidamos la conjunción de las palabras «música» y «atemporal» y nos definimos como una absoluta INVOLUCIÓN FUTURA.

¿Y A QUIÉN LE IMPORTA?,imagino que siguiendo la tónica de este escrito ¡YA TARDE!. es decir, a nadie.

Aunque también hay que decir que el público en general valora mi obra tiempo después, es decir, ¡TARDE!. Imagino que debo esperar a una INVOLUCIÓN FUTURA.

De hecho las mareas vienen y van.

Se ve que mejor estaba subido al arbol echándome pájas, que ahí si que era revolucionario.

SOY EL AYER DEL MAÑANA. El problema esta en que HOY no va a ser…

Soy un Astrofísico Musical.

Nada más…

Vayan con Dios, que ese también va ¡TARDE!.

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