Lo no bebido…
Disperso en el poco movimiento interior. De esos en los que ni el silencio habla. Acurrucado en la esquina de un viejo bar, sin beber ni un solo sorbo de distancia. Distancias cortas que me apabuyan los sentidos de un reino amablemente hostil. Disfraces en las hogueras de un cuerpo que cae empicado al vacío de …