Que el tiempo es de uno, y las prisas del mundo
Y me despierto, tan capaz y tan frágil, tan amado y tan sereno, tan en paz, aunque… ayer desperté triste, pero no había motivo alguno, pués se de sobra que tan sólo necesito hablarte y acompañarte, y que me acompañes. De vez en cuando me olvido de que llegarán los días en los que «la …